Arraigar la noche, cautivar el frío | Violeta García-Esparza

Arraigar la noche, cautivar el frío

¿Por qué hay cuencos de agua

donde antes colgaban mis ojos?

Llamas que me abrasan por dentro

no se funden,

no carcomen,

cejar

¡Jamás!

De retícula en retícula

el cuerpo otro que dormía

me habita resquebrajado,

tieso,

triturando mi voluntad.

Doblegar en olvidos

ya no afronta ninguna posibilidad.

Seré invisible para los demás…

para ti.

Ayer.

Desde serenos valles,

doy la vuelta a la noche:

No miro cambiar los días.

Me tomé de tus manos,

no te arrastro.

No consigo levantar el puente.

Llegan el temor y las armas.

Adentro un hedor;

afuera

un afuera

tan lleno de maldad.

No tengo ya

piel para protegerte,

piel para cubrirte,

arrojarte,

cargarte,

mecerte,

llevarte.

Yo,

la rota que se larga

para no dejar de presionar la uña

tuya.

Quiero que pierdas la piedad

y que tu voz que llega

en gotas de lágrimas a mis oídos

me permita el sosiego de regresar

para arraigar la noche

y cautivar el frío.

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Violeta García-Esparza, Mexicali, B.Cfa, México

Posgrados en estudios socioculturales y estudios humanísticos. Cuenta con publicaciones académicas y literarias en revistas electrónicas y libros impresos. Escribe para escuchar su voz a través de la sombra.